Seducir es un verbo de acción. “Seducir es una acción intencionada que se ejerce sobre una o varias personas para conseguir su adhesión. Seducir es impresionar, impactar, encandilar, conquistar, poseer y dominar. La seducción es una guerra, y como en la guerra, todo vale. La seducción emplea mentiras, exageración, equívocos, zalamerías, desplantes y falsa sumisión. Seducir es hacer que el otro, la otra, nos perciba como algo grande, deseable y deseado a cualquier precio. La seducción se realiza pasando por encima de la voluntad de la otra persona mediante el propio poder personal, comprando su relación dependiente con regalos y prestaciones o pasando por debajo de su conciencia mediante engaño. Seducir es traicionar.
“Enamorarse” es un verbo reflexivo. La persona realiza la acción en sí o sobre sí misma. Enamorarse es alcanzar un estado de conciencia que se caracteriza por la confianza en la Vida. Esta actitud impregna la relación de la persona con el mundo. Amar es fundamentalmente dar. Dar no es renunciar, privarse de algo, sacrificarse. Eso en realidad es no-recibir, pero no es dar. Dar es una manifestación de la propia vitalidad y evolución. El hecho de dar produce, por sí mismo, una gran satisfacción. El amor inmaduro sigue el principio “amo porque me aman”, mientras que el amor maduro sabe que “me aman porque amo”.
En esencia, todos los seres humanos somos iguales; en presencia, todos los seres humanos somos diferentes. En la medida en que todos somos iguales como seres, podemos amar a todos de la misma manera; es el amor fraternal universal. En la medida en que somos diferentes como humanos, nuestro enamoramiento se proyecta mejor en presencia de ciertas características específicas y altamente individuales, que percibimos en algunas personas y no en otras. Percibimos a esta persona única y diferente de todas las demás.
Con mucha frecuencia se utilizan los términos “enamoramiento” y “seducción” como si fueran sinónimos. Obviamente quien eso hace es que sólo ha vivido una de estas experiencias, (generalmente ser seducido o seducida).
Algunas personas creen que la seducción es un paso previo y necesario para el enamoramiento. En realidad, son opuestos. Seducir y ser seducido o seducida es un círculo que impide captar las frecuencias más elevadas del amor. El juego de la seducción lo realizan los personajes que representamos. El enamoramiento se manifiesta entre dos seres que se reconocen iguales y se perciben complementarios.
Por Juan Antonio Rubio Sánchez
de su libro " De Amor y Sexo" (14 €)
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